Los centros de datos del futuro se centrarán en la eficiencia, la sostenibilidad, la escalabilidad y la seguridad
Desde un punto de vista amplio, ¿Con qué atributos dibuja Nexitic el Data Center del Futuro?
El data center del futuro es altamente probable que sea muy distinto a lo que siquiera cabe imaginar: la IA está revolucionando todo, y los propios centros desde donde se gestionará buena parte de la industria IA que duda cabe que se verán más sometidos aún a la vanguardia y a las nuevas tecnologías traídas por la IA. Es difícil por tanto poder esbozar siquiera cómo serán los data center en 12 ó 15 años, para la siguiente generación DC, pero atisbamos que su densidad de potencia IT será mucho más alta, que los sistemas de refrigeración pasarán por una mezcla entre sistemas agua-aire, agua-agua y refrigeración líquida, y en casi todos los casos serán centros donde las bajas emisiones y la recuperación de calor vengan dadas por obligado cumplimiento. La inteligencia artificial se integrará en la infraestructura del data center, permitiendo tomar decisiones autónomas y procesar datos en tiempo real en el mismo lugar donde se generan.
La seguridad cibernética seguirá siendo fundamental, con tecnologías avanzadas de detección y respuesta y sistemas de seguridad basados en IA para proteger los datos críticos.
La estimación del crecimiento del volumen de datos generados en los próximos años es incierta debido al surgimiento de nuevas tecnologías disruptivas, como la inteligencia artificial a gran escala. ¿Cómo debe evolucionar la densidad y las tecnologías empleadas en los centros de datos?
El futuro de los centros de datos evolucionará en base a varios aspectos clave, primero, veremos la adopción de servidores más compactos y eficientes en términos de espacio y energía. Esto se traducirá en una optimización de los recursos del centro de datos, permitiendo un uso más eficiente del espacio y la energía disponible.
En términos de energía, la eficiencia será un punto crucial. Los centros de datos del futuro se basarán cada vez más en fuentes de energía renovable y prácticas de gestión de energía que minimicen el impacto ambiental.
La virtualización y la contenerización desempeñarán un papel clave, ya que permiten una mayor utilización de los recursos del servidor. Esto es esencial para manejar cargas de trabajo cada vez más grandes y complejas.
El almacenamiento también se volverá más eficiente, con tecnologías como el almacenamiento definido por software y sistemas de almacenamiento en la nube que facilitarán la administración de datos de manera más efectiva.
Para garantizar una comunicación rápida y eficiente entre servidores y recursos de almacenamiento, las redes de alto rendimiento serán esenciales en los centros de datos del futuro.
La seguridad ocupará un lugar destacado, con enfoques en la seguridad de la red, seguridad física y cifrado de datos para proteger la información crítica.
Además, la escalabilidad será decisiva. Los centros de datos deberán estar diseñados para escalar tanto vertical como horizontalmente, lo que permitirá adaptarse a las demandas cambiantes de las organizaciones y el mercado.
En conclusión, los centros de datos del futuro se centrarán en la eficiencia, la sostenibilidad, la escalabilidad y la seguridad para abordar las demandas cada vez mayores de la infraestructura tecnológica global.
Ante la diversificación de necesidades, usos y nuevas tecnologías, ¿Qué importancia tendrá la ubicación de los CPDs respecto el origen y destino de los datos?
Varios aspectos hacen que esta elección sea esencial:
Primero, la latencia es un aspecto crucial en aplicaciones que requieren respuestas rápidas, como la transmisión de video en tiempo real o juegos en línea. Colocar los CPDs cerca de los usuarios finales reduce significativamente la latencia y mejora la experiencia del usuario.
Las regulaciones son otro factor importante. Dependiendo de las regulaciones locales y globales, ciertos datos deben almacenarse o procesarse en ubicaciones específicas. Esto es básico, especialmente para datos sensibles, como información de salud o datos financieros.
La ubicación también desempeña un papel primordial en las estrategias de respaldo y recuperación ante desastres. La distribución geográfica de los CPDs garantiza la redundancia y la recuperación de datos en caso de fallos o desastres naturales.
La escalabilidad es un tercer elemento crítico. Si se prevé un crecimiento significativo en el tráfico de datos, la ubicación debe permitir la expansión de la infraestructura sin restricciones físicas.
Los costos operativos también son influenciados por la ubicación. Esto incluye los costos de energía, mano de obra y otros gastos asociados. La elección de una ubicación adecuada puede ayudar a optimizar los costos operativos.
El acceso a talento tecnológico y proveedores de servicios es un factor importante. Ubicar los CPDs en áreas con acceso a talento tecnológico facilita la gestión y el mantenimiento de la infraestructura.
La disponibilidad de redundancia de energía y conectividad es algo vital para garantizar la disponibilidad continua de datos.
En síntesis, la ubicación de los CPDs es una decisión estratégica que debe considerar múltiples factores.
En este contexto, ¿Qué perspectivas debemos tener en cuenta en la garantía de la resiliencia del centro de datos del futuro?
De origen, la diversificación de la infraestructura es elemental. Esto implica tener sistemas y recursos redundantes en diferentes ubicaciones geográficas, como múltiples centros de datos y centros de respaldo.
La conectividad redundante es asimismo algo decisivo. Utilizar varios proveedores de servicios de Internet y rutas de red puede evitar la interrupción de la conectividad.
Los planes de recuperación ante desastres deben estar bien definidos y probados, lo que incluye procedimientos para la restauración de datos, sistemas y aplicaciones en caso de una interrupción importante.
La energía ininterrumpida seguirá siendo crucial, que duda cabe, con sistemas de energía redundante y baterías de respaldo (aunque los sistemas de respaldo pueden evolucionar, y el futuro en este sentido es tan incierto como fascinante), así como fuentes de energía alternativas y capacidad de generación propia.
La seguridad física es necesaria para proteger el centro de datos contra amenazas externas, lo que incluye sistemas de control de acceso, vigilancia y medidas de protección contra intrusiones.
La virtualización y contenerización permiten una mayor flexibilidad y movilidad de las cargas de trabajo, facilitando la migración de aplicaciones en caso de fallos.
La automatización de tareas y la orquestación de recursos permiten una respuesta más rápida a eventos de interrupción y pueden ayudar a minimizar el tiempo de inactividad.
El monitoreo y análisis de datos en tiempo real es esencial para detectar problemas antes de que se conviertan en interrupciones graves.
En resumen, la resiliencia del centro de datos del futuro debe ser holística y considerar tanto los aspectos tecnológicos como los operativos.
Según el primer estudio de sostenibilidad de data centers, elaborado por Data Centre World, más de la mitad de los centros de datos ya operan plenamente con energías renovables certificadas. ¿Hacia donde está evolucionando la tecnología y la infraestructura de suministro en este sentido?
Esto indica un compromiso creciente hacia la sostenibilidad y la reducción de la huella de carbono en la industria de centros de datos.
A medida que la tecnología y la infraestructura de suministro continúan evolucionando en esta dirección, podemos anticipar varios avances significativos. En primer lugar, la eficiencia energética seguirá siendo un foco clave, con tecnologías y prácticas que reducen el consumo de energía, como la virtualización, la gestión de la energía y la refrigeración eficiente.
El almacenamiento de energía también jugará un papel importante, con baterías de iones de litio y otras tecnologías emergentes que se integrarán en los centros de datos para respaldar la estabilidad del suministro de energía y aprovechar al máximo las fuentes renovables intermitentes, como la energía solar y eólica.
Además, veremos un aumento en la colaboración entre centros de datos y microgrids, así como sistemas de energía distribuida, para garantizar un suministro de energía confiable y sostenible, lo que beneficia tanto la resiliencia energética como la reducción de costos.
La optimización de la refrigeración también es fundamental, con soluciones que aprovechan el aire exterior frío, sistemas de enfriamiento por evaporación y técnicas de enfriamiento líquido para minimizar el uso de energía.
La inteligencia artificial y la analítica de datos se utilizarán para optimizar el consumo de energía y predecir patrones de uso, permitiendo una gestión más eficaz de las operaciones de los centros de datos.
En algunos casos, los centros de datos generarán su propia energía renovable in situ, utilizando sistemas solares o eólicos instalados en las cercanías, lo que reduce la dependencia de la red eléctrica convencional.
La adopción de certificaciones y estándares ambientales, como LEED y el estándar de eficiencia de centros de datos de The Green Grid, continuará siendo una práctica común para evaluar y demostrar el compromiso con la sostenibilidad.
Además, la promoción de la economía circular en la gestión de equipos y residuos electrónicos será importante, incluyendo la reutilización y el reciclaje de componentes de hardware obsoletos.
Los centros de datos se asociarán con proveedores de energía renovable para garantizar un suministro constante de energía verde, a menudo a través de acuerdos de compra de energía a largo plazo.
Por último, la sensibilización y la transparencia serán fundamentales. Las empresas y los consumidores están cada vez más interesados en la sostenibilidad, por lo que la divulgación de prácticas y métricas ambientales será esencial para construir y mantener la confianza.
En resumen, la industria de centros de datos se encamina hacia la sostenibilidad y la reducción de la huella de carbono, con un enfoque en la eficiencia energética, el almacenamiento de energía, la colaboración con microgrids, la economía circular y la transparencia en un esfuerzo por abordar los desafíos ambientales y las crecientes expectativas de sostenibilidad.
¿Qué lugar ocupan otros modos de acceso y obtención, u otras energías como la nuclear?
En la industria de centros de datos, se han explorado varios modos de acceso y obtención de energía, así como diferentes fuentes energéticas, incluida la nuclear. Cada uno de estos enfoques tiene sus propias ventajas y desafíos.
La energía nuclear es una fuente de energía limpia en términos de emisiones de carbono y puede proporcionar una gran cantidad de energía de manera continua. Sin embargo, también plantea preocupaciones importantes, como la gestión segura de residuos radiactivos y el riesgo de accidentes nucleares. En muchos países, la percepción pública y las preocupaciones de seguridad han limitado la expansión de la energía nuclear en la industria de centros de datos.
La energía hidroeléctrica es una fuente de energía renovable que ha sido ampliamente utilizada para alimentar centros de datos, especialmente en regiones con acceso a fuentes de agua adecuadas. Ofrece una fuente de energía constante y confiable, pero su disponibilidad depende de la ubicación geográfica.
Las fuentes de energía solar y eólica son cada vez más populares en la industria de centros de datos debido a su sostenibilidad y la disminución de costos. Sin embargo, son intermitentes y dependen del clima, lo que puede requerir sistemas de almacenamiento de energía para mantener la continuidad del suministro.
El biogás y la biomasa son fuentes de energía renovable que pueden utilizarse para alimentar centros de datos, aprovechando materiales orgánicos para producir energía, lo que puede ser beneficioso en términos de gestión de residuos y sostenibilidad.
La cogeneración, también conocida como CHP (Combined Heat and Power), implica la producción simultánea de electricidad y calor útil a partir de una sola fuente de energía. Es eficiente desde el punto de vista energético y puede utilizarse en centros de datos para aprovechar al máximo la energía generada.
Las microrredes y las redes inteligentes permiten una gestión más eficiente y sostenible de la energía, combinando múltiples fuentes de energía y almacenamiento para garantizar la confiabilidad y la resiliencia del suministro.
La geotermia implica el aprovechamiento del calor natural de la Tierra para generar energía, y aunque su aplicación puede ser limitada por la ubicación geográfica, es una fuente de energía renovable y constante.
En resumen, en la industria de centros de datos, la elección de modos de acceso y obtención de energía depende en gran medida de la ubicación geográfica, las regulaciones, las consideraciones de sostenibilidad y la disponibilidad de recursos. Cada fuente de energía tiene sus ventajas y desafíos, y la elección dependerá de factores específicos del centro de datos y de las metas de sostenibilidad de la organización.
La inteligencia artificial ha dado un salto evolutivo notorio en los últimos dos años. En este punto, ¿Dónde estamos y hacia dónde vamos respecto a su aplicación en la infraestructura crítica del centro de datos?
La inteligencia artificial ha experimentado un notorio avance en los últimos años, y su aplicación en la infraestructura crítica de centros de datos ha seguido una evolución destacada.
En el estado actual, hemos presenciado la automatización y optimización de operaciones clave en los centros de datos, como la gestión de recursos, el monitoreo del rendimiento y la asignación de tareas, lo que ha mejorado la eficiencia operativa y reducido los costos. Además, la IA se ha aplicado con éxito al mantenimiento predictivo de equipos y sistemas críticos, lo que ha reducido el tiempo de inactividad no planificado. También desempeña un papel fundamental en la detección y prevención de amenazas cibernéticas, mejorando la seguridad de los centros de datos, y en la gestión energética para optimizar el consumo de energía y reducir costos.
En cuanto a las perspectivas futuras, se espera que la IA se integre aún más en los centros de datos. Con el auge de la computación al filo (edge computing), la IA permitirá la toma de decisiones autónomas en ubicaciones remotas, lo que mejorará la autonomía y la capacidad de respuesta en tiempo real. La automatización de tareas, la interconexión de datos y el aprendizaje continuo seguirán siendo tendencias clave, y la IA desempeñará un papel importante en la creación de entornos de centros de datos más inteligentes y eficientes en términos de energía.
Además, la IA automatizará la resiliencia de los centros de datos, permitiendo una rápida recuperación ante desastres y la adaptación a situaciones imprevistas. La colaboración entre profesionales de TI y sistemas basados en IA será esencial, con los humanos aportando el juicio y la creatividad, mientras que las máquinas realizarán tareas repetitivas y analíticas.
En definitiva, la IA continuará desempeñando un papel cada vez más importante en la infraestructura crítica de los centros de datos, mejorando la eficiencia operativa, la seguridad y la sostenibilidad. La tendencia se orienta hacia una mayor automatización, toma de decisiones autónomas y colaboración eficaz entre humanos y máquinas para garantizar un funcionamiento eficiente y resiliente de los centros de datos.
¿Qué papel tendrán los data center en la nueva Smart-grid?
Se espera que los data centers contribuyan a la gestión de la demanda de energía, dado que son consumidores significativos de electricidad, pueden implementar tecnologías de gestión de demanda para optimizar su consumo y reducir la carga en la red durante momentos de alta demanda. Esto es fundamental para garantizar la estabilidad de la red eléctrica.
Además, los data centers pueden desempeñar un papel importante en la integración de fuentes de energía renovable. Esto implica la implementación de sistemas de energía renovable, como paneles solares y turbinas eólicas, en sus operaciones. La Smart Grid facilita esta integración al permitir que los centros de datos devuelvan el exceso de energía generada a la red o utilicen energía renovable según su disponibilidad.
La respuesta a la demanda es otra área clave en la que los data centers pueden participar. A través de programas de respuesta a la demanda, los centros de datos pueden reducir su consumo de energía durante períodos de alta demanda, lo que contribuye a evitar apagones y reduce la necesidad de construir infraestructura eléctrica adicional.
Los data centers también pueden servir como lugares para el almacenamiento de energía. Esto se logra mediante el uso de baterías u otras tecnologías de almacenamiento, lo que permite suavizar las fluctuaciones en la generación de energía renovable y ayuda a estabilizar la red eléctrica.
Además, desempeñarán un papel esencial en la gestión de datos y analítica en tiempo real en una Smart Grid. Esto implica el procesamiento de grandes cantidades de datos generados por medidores inteligentes y dispositivos de red para optimizar la distribución de energía y garantizar su eficiencia.
Con el crecimiento de los vehículos eléctricos, los data centers pueden servir como lugares estratégicos para estaciones de carga, facilitando la adopción de la movilidad eléctrica y contribuyendo a la infraestructura de carga de vehículos eléctricos.
Finalmente, la resiliencia y la continuidad de operaciones en los data centers se vuelven aún más cruciales en una Smart Grid. Dado que son fundamentales para la continuidad de operaciones en muchos sectores, la resiliencia de los centros de datos es esencial para garantizar que los servicios esenciales no se vean afectados por interrupciones en el suministro de energía.
En conjunto, los data centers se convierten en actores clave en la transformación hacia una Smart Grid más inteligente, eficiente y sostenible, con un impacto significativo en la gestión de la energía y la infraestructura eléctrica del futuro.